La actividad manufacturera de la eurozona se ha contraído en noviembre por décimo mes consecutivo, aunque la maltrecha industria del bloque podría haber superado la peor parte.
El Índice de Gerentes de Compras (PMI) de IHS Markit sobre la industria manufacturera se ha mantenido desde el mes de febrero por debajo de la marca de 50, aquella que separa el crecimiento de la contracción, pero con un registro de 46,9 en noviembre quedó por encima del 45,9 de octubre y por encima de una estimación preliminar de 46,6.
El índice que mide la producción, el cual suma para el cálculo de un dato PMI compuesto que se dará a conocer a mediados de esta semana y que es considerado un buen termómetro de la salud económica, ha subido desde los 46,6 puntos hasta los 47,4 puntos.
Chris Williamson, economista jefe de la empresa IHS Markit, ha señalado que “a pesar de que sigue mostrando un fuerte descenso, el índice de precios al consumo de la industria manufacturera aporta algunas señales alentadoras que alimentarán la esperanza de que lo peor ya ha pasado para los productores de la zona euro”.
Los nuevos pedidos, el empleo, las compras de materias primas y el trabajo atrasado han disminuido a un ritmo menor, mientras que el optimismo ha reportado su mayor incremento intermensual en más de seis años. El índice de producción futura ha pasado desde los 51,9 puntos hasta los 55,3 puntos.
Williamson ha dicho que “tal vez lo más prometedor sea un marcado repunte en la confianza empresarial, especialmente en Alemania”.
Alemania, considerada la economía más grande de Europa, se encuentra en camino de crecer un 0,2% en el último trimestre del año, según ha informado el instituto económico Ifo la semana pasada. Pero el sector manufacturero, dependiente de las exportaciones, se ha contraído a un ritmo más lento por segundo mes consecutivo en noviembre.