El gasto del gobierno es “esencial” para apoyar a las empresas en dificultades y a las familias a sobrellevar la recesión derivada de la crisis del coronavirus, de acuerdo con unas declaraciones ofrecidas por Lael Brainard, la gobernadora de la Reserva Federal.
Frente a un estancamiento de las negociaciones entre el Congreso y la Casa Blanca para lanzar un nuevo paquete de ayuda, Brainard ha advertido de que “la economía sigue enfrentando una considerable incertidumbre asociada a los vaivenes de la pandemia y existe el riesgo de que los cierres de negocios se hagan permanentes”.
La Gobernadora ha asegurado en un discurso en el centro de análisis Broookings Institution que “el apoyo fiscal sigue siendo esencial para sostener a muchas familias y negocios” y es la clave para el futuro de la economía.
La Casa Blanca y el Congreso están discutiendo desde hace unas semanas sobre un nuevo paquete de ayuda, tras la aprobación del pasado mes de marzo de un estímulo por 2,2 billones de dólares (1,85 billones de euros).
A finales de julio expiraron algunos beneficios claves que incluía este plan, entre los que se encuentran los ingresos extra para desempleados y las ayudas para los pequeños negocios.
El Gobierno de Donald Trump se ha resistido a las propuestas de los demócratas, que el pasado mes de mayo aprobaron un plan por 3 billones de dólares (2,53 billones de euros) en la Cámara de Representantes, pero que languidece en el Senado que controlan los republicanos.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha dicho esta semana que los republicanos tienen previsto presentar una nueva propuesta con el fin de ayudar a una economía muy golpeada por la pandemia del coronavirus, con una tasa de desempleo de 10,2%.
Los comentarios de Brainard están en línea con los del presidente de la Fed, Jerome Powell, y los de otros presidentes de bancos centrales estatales que han advertido que la política monetaria no puede abordar todos los problemas que trae como consecuencia la crisis.