Renfe registró unas pérdidas de 70,45 millones de euros en el primer trimestre del año, que suponen una mejora del 26,3% respecto al mismo periodo de 2022, tras aprovechar la bajada del precio de la energía y conseguir un aumento del tráfico de sus trenes.
En el primer trimestre del año pasado, la empresa pública perdió cerca de 100 millones de euros, en parte por el impacto de los precios energéticos, unos gastos que este año ha contenido en un 30,3%, según ha informado la compañía tras la celebración de la reunión de su consejo de administración.
En cuanto a la evolución de la operativa, la empresa registró un aumento del 34,1% en el número de viajeros transportados, con 33 millones de personas más en este trimestre, hasta alcanzar los 128.365.700 viajeros.
En los servicios públicos (Cercanías y Media Distancia, principalmente), el número de viajeros se impulsó un 35%, como consecuencia de los abonos gratuitos en Cercanías, Rodalies y Media Distancia, mientras que en los servicios comerciales (AVE, Avlo, Alvia, Euromed e Intercity) el crecimiento fue del 19,7%.
Todo esto le permitió aumentar en un 7% los ingresos, hasta situarlos por encima de los 981 millones de euros, así como lograr un resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo, de 28,6 millones de euros, frente a los 540.000 euros del año anterior.
Los ingresos de tráfico por la venta de billetes (incluyendo la compensación del Estado por la prestación de obligaciones de servicio público) y por el transporte de mercancías se situaron en 901,3 millones de euros, 57 millones más que en el mismo período del año pasado. A esta cifra se le añadieron otros ingresos como los procedentes de la gestión del proyecto Haramain, el conocido como ‘AVE a la Meca’.