La mitad de los países de la Unión Europea (UE) pedirá más capital a sus bancos en el año 2020.
El colchón anticíclico es una herramienta macroprudencial a disposición de los supervisores nacionales que se creó a raíz de la crisis financiera del año 2008 y se combina con el resto de niveles de capital mínimo del proceso de revisión y evaluación supervisora
Desde entonces, las autoridades piden a sus bancos la acumulación de más capital cuando consideran que el riesgo sistémico cíclico está aumentando.
El objetivo es reforzar la solvencia de los bancos para absorber posibles pérdidas crediticias que se produzcan en fases recesivas del ciclo, para minimizar el impacto negativo de una contracción en el flujo de financiación bancaria a la economía en ‘tiempos malos’.
La institución decidió mantenerlo en el 0% debido a que los indicadores que alertan de la aparición de riesgo sistémico asociado al crecimiento excesivo del crédito amparaban, en estos momentos, su mantenimiento.
Sin embargo, ha dicho que, si se llega a confirmar el escenario central de las previsiones, algunos de los indicadores que se tienen en cuenta para adoptar la decisión «superarían los umbrales de referencia» de este instrumento macroprudencial en el horizonte de proyección.
Por esta razón, ha advertido que, desde el momento de su potencial activación, las entidades de crédito cuentan con un plazo de doce meses para acumular el requerimiento.
De acuerdo con los datos que maneja la Junta Europea de Riesgo Sistémico (ESRB), son once los países que tienen fijado un colchón anticíclico por encima del 0%, mientras que siete de ellos estiman elevarlo durante los próximos meses y tres activarlo.
Un total de 14 países, de los 31 que mandan sus calendarios al organismo, van a activar esta herramienta contracíclica en el año 2020.