El portugués Novo Banco, escisión del colapsado Banco Espírito Santo (BES), en breve su plan de reestructuración, tras suspender las pruebas de solvencia europeas.
Las prioridades del plan de Novo Banco, que será entregado a las autoridades europeas el próximo viernes, pasan por detener la pérdida de dinero, resolver los activos inmobiliarios e implementar la reducción de costes, principalmente las oficinas y los empleados, informó un semanario luso.
Novo Banco quiere aplicar medidas que resulten en un recorte en los costes equivalente al que tendría una reducción de la plantilla en 1.000 trabajadores, por lo que también tiene previsto reducir determinados salarios, por esto, planea dispensar a trabajadores en edad de prejubilarse y a empleados con contratos definidos y realizar algunas rescisiones puntuales, para intentar reducir al máximo los costes derivados de los despidos.
Estas medidas serán aplicadas en los primeros meses de 2016 para que puedan tener el mayor impacto posible en los resultados de ese ejercicio y permitir que el banco vuelva a registrar beneficios en 2017, como se prevé en el plan de reestructuración.
A mediados de este mes, Novo Banco, que aglutinó los activos saludables del BES tras su disolución en agosto de 2014, suspendió las pruebas de solvencia europeas en el escenario más adverso.
El Banco Central Europeo (BCE) determinó que la entidad lusa necesitaba un refuerzo de capital de 1.398 millones de euros, que deberá ser cubierto en un plazo de nueve meses.
Novo Banco fue recapitalizado en el momento de su creación con un préstamo estatal de 3.900 millones de euros y otros 1.000 millones procedentes del sistema financiero luso.