La justicia portuguesa ha registrado la sede del Banco Espirito Santo (BES), salvado de la quiebra en agosto, en el marco de una investigación sobre sus antiguos dirigentes, indicaron fuentes judiciales.
Según señala la AFP, el juez de instrucción Carlos Alexandre, acudió a la sede en Lisboa de Novo Banco, la nueva entidad creada tras la quiebra del BES.
Además del registro de la sede del BES, los cerca de 200 inspectores que participaron en esta operación también registraron las oficinas y los domicilios de los antiguos administradores del banco.
La operación, según la nota oficial de la Fiscalía, se ha desarrollado en 34 domicilios, un despacho de abogados y 6 entidades financieras.
En la operación participaron policías judiciales, técnicos de la CMVM, técnicos del Banco de Portugal e inspectores de la Autoridad Tributaria.
Tras su rescate, el 3 de agosto, la entidad quedó dividida en dos, el Novo Banco, con los activos sanos, y el BES, con los activos tóxicos.
Según reseña la prensa portuguesa, la operación es el resultado de una denuncia por fraude, falsificación de contabilidad y blanqueo de dinero del Banco de Portugal.
En julio, el banco portugués pidió una auditoría para «determinar las responsabilidades individuales» de los exdirigentes del BES, entre ellos, el exdirector general Ricardo Salgado y su director financiero Amilcar Morais Pires.
El BES publicó ese mismo mes pérdidas de 3.570 millones de euros en el primer semestre, un anuncio que marcó su hundimiento en la Bolsa y llevó al Estado portugués y a los bancos a inyectar un total de 4.900 millones de euros.