El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) baraja vender por separado aproximadamente 150 oficinas de Catalunya Banc repartidas por toda España u ofrecerlas en un mismo paquete con las sucursales y el negocio en Cataluña del banco nacionalizado.
El FROB encargó el verano pasado al banco N+1 que analizara Catalunya Banc con el fin de identificar los componentes del balance que más podían preocupar a un comprador en un tercer intento de subastar la entidad.
De esa forma llegó a la conclusión de que había que vender negocios no estratégicos de Catalunya Banc, como su inmobiliaria, separados del propio banco y su red de sucursales.
Además, estudió traspasar a un tercero las casi 150 oficinas de la entidad fuera de Cataluña, por las que se han interesado, entre otros, Banco Popular y el fondo internacional Apollo.
Sin embargo, el FROB no ha decidido todavía si es la mejor opción, o si por el contrario, compensará más vender las sucursales fuera de Cataluña en un único paquete al mejor postor, por lo que previsiblemente sondeará el interés de la propuesta conjunta entre los potenciales compradores.
El grupo fruto de la fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa recibió 1.250 millones en el momento de su creación, a los que sumó una inyección de capital de 1.718 millones y posteriormente otra de 9.084 millones de fondos europeos.