Esta semana, el banco luso BPI celebra su junta de accionistas, en la que se aprobará una importante remodelación del consejo de administración, que impulsará la designación de Pablo Forero, hasta ahora director general de CaixaBank, como primer ejecutivo de la entidad portuguesa.
Forero será designado por el nuevo consejo presidente de la comisión ejecutiva, un cargo que equivale al de consejero delegado y sustituirá a Fernando Ulrich, que será nombrado presidente no ejecutivo del luso.
De esta manera, la junta de BPI ratificará esta semana la composición del consejo de administración, en el que figuran Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, y Javier Pano, director financiero de la entidad española. Asimismo, está previsto que la junta decida que BPI destine los beneficios correspondientes al ejercicio de 2016 a reservas, por lo que no repartirá dividendo, sino que reforzará su capital.
El 17 de marzo, un mes después de la toma del control del luso, CaixaBank suscribió una emisión por 300 millones de euros en deuda subordinada de BPI, que permitió al portugués ajustar sus ratios de solvencia por encima de los requisitos mínimos fijados por el Banco Central Europeo (BCE). El español se ofreció a suscribir esta emisión tras cerrar su oferta de adquisición sobre el luso.
Tras dicha operación, el ratio de capital total de BPI, que era el que quedaba por debajo de las exigencias del BCE, se situó, con datos a 31 de diciembre, en el 12,6%, frente al 11,75% que exige el regulador financiero europeo.
En el consejo del luso también estará presente Allianz, que controla aproximadamente un 8% del portugués. CaixaBank ostenta el 85% del capital, tras invertir 600 millones en adquirir un 30% de BPI. El banco portugués también dará a conocer sus resultados hasta marzo.