Bankia estima cerrar el año con un beneficio que cercano a los 900 millones de euros superando claramente los 509 millones obtenidos durante el 2013.
La entidad financiera aprovechará la ventaja comparativa con el resto del sector en términos de eficiencia, que será más relevante en un entorno marcado por los bajos tipos de interés, próximos al 0%.
El banco nacionalizado a la fecha gestiona el mismo volumen de negocio de hace dos años, con la diferencia que cuenta con unas 1.000 oficinas menos y una reducción de plantilla cercana a 6.000 empleados. Bankia, presidida por José Ignacio Goirigolzarri, afronta actualmente una etapa de vuelta a la normalidad, enmarcada en un entorno de bajos tipos de interés en la zona euro que dificultará el negocio bancario en los dos próximos años.
Los analistas esperan que los ingresos en el sector financiero en general tiendan a «aplanarse» en 2015 y 2016, pero confían en que el grupo BFA-Bankia alcance el objetivo de beneficio neto de 3.100 millones acumulados entre 2013 y 2015.
Según estos datos la entidad refuerza su idea de repartir su primer dividendo de la historia el próximo año, con cargo a los beneficios de 2014. No obstante, los analistas indican que la decisión sobre el ‘pay out’ se tomará a inicio de 2015, una vez que se cierren las cuentas del presente ejercicio y el BCE, actual supervisor único, emita sus recomendaciones sobre la política de retribución al accionista.
Bankia, cuya participación actual es alrededor un 62% por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a través de su matriz BFA, ya ha devuelto 1.304 millones del total de ayudas por un importe de 22.424 millones, tras una primera colocación (7,5%) de la participación estatal.
Los entendidos descartan una nueva venta del FROB hasta los primeros meses de 2015, ya que la reacción de los inversores a los test de estrés y el «poco pulso» del mercado no aconsejan esta operación en lo que queda de 2014.
«De enero a mayo se espera que el mercado tenga más fuerza», explican desde el sector, e inciden en que «no ha ayudado» al clima bursátil la incertidumbre derivada del aplazamiento de la salida a Bolsa de Aena. Además, los grandes gestores de fondos suelen cerrar posiciones a finales de noviembre, lo que reduce las posibilidades de otra desinversión antes del próximo año.
En todo caso, la fórmula que previsiblemente elegirá el Ministerio de Economía para rebajar su participación en Bankia será nuevamente a través de una colocación acelerada, puesto que «ya no está encima de mesa» la posibilidad de emitir bonos convertibles en acciones. Las fuentes aclaran que mediante esta última modalidad la cantidad máxima a colocar se limitaría a unos 1.000 millones de euros.