JP Morgan Chase, una de las empresas de servicios financieros más antiguas del mundo, deberá pagar una multa de 307 millones de dólares (282 millones de euros) a los reguladores de EE.UU., como consecuencia de no haber entregado información adecuada a sus inversores en relación a cómo se estaba usando su dinero.
La Comisión del Mercado de Valores (SEC) ha indicado en un comunicado que JP Morgan ha acordado pagar 267 millones de dólares (245 millones de euros) por haber incumplido con su “deber fiduciario”. Por otro lado, también deberá pagar otros 40 millones de dólares (37 millones de euros) a la Comisión de Futuros (CFTC) por una serie de cargos relacionados.
De acuerdo a la información emitida por la SEC, la entidad financiera estadounidense no informó sobre un posible conflicto de intereses a sus inversores de fondos de inversión, al dar prioridad a inversiones en cartera de JP Morgan en lugar de otros fondos, al mismo tiempo que no notificó esta práctica de manera correcta.
La ausencia de esta información a sus clientes se presentó entre los años 2008 y 2013, y afectó tanto a clientes de gestión de fondos mutualistas como a otros servicios para clientes adinerados.
El director de comunicaciones de JP Morgan, Darin Oduyoye, ha asegurado en un comunicado que las faltas no fueron en ningún caso intencionadas y que la entidad financiera se lamenta profundamente por ello.
Oduyoye ha destacado que desde la entidad “hemos trabajado para dar toda la información a nuestros clientes y en los últimos dos años hemos mejorado nuestros objetivos de transparencia”.