BBVA ha decidido modificar su política de medios de pago, y ha comunicado por carta el cambio de condiciones de una de sus tarjetas principales, la llamada Tarjeta 10, que hasta ahora se utilizaba como medio de pago directo en cuenta y que pasará a ser de crédito.
Se trata de una modificación por defecto, de manera que los clientes que no deseen el cambio y prefieran que su tarjeta siga siendo de débito como hasta ahora deberán ponerse en contacto con la entidad; la tarjeta, mantendrá su cuota anual y bonificaciones pertinentes si es el caso.
Con las nuevas condiciones, la Tarjeta 10 pasa a ser de crédito, permitiendo el pago aplazado con cuota fija o porcentaje del importe, con un tipo de interés mensual cercano a 1,9%. A partir de septiembre se informará a los clientes de la línea de crédito de la que dispondrán. De todos modos, seguirá siendo posible utilizarla para sacar efectivo de los cajeros automáticos a débito, sin pagar comisiones.
Sin embargo, BBVA pone a disposición de los clientes que no estén interesados en el cambio y prefieran mantener la tarjeta con las condiciones anteriores un número de teléfono gratuito, el 900 202 900.
BBVA ha explicado que la decisión se ha tomado respetando la normativa, que exige que cualquier cambio se anuncie con una antelación mínima de dos meses, pero que se pueden aplicar de forma inmediata las modificaciones que de forma inequívoca resultan más favorables para los usuarios.
En su comunicación a los clientes, BBVA especifica que »a partir del 1 de septiembre podrán usar la tarjeta como tarjeta de crédito y pagar a fin de mes, eliminándose la posibilidad del pago de débito”.
La entidad presidida por Francisco González ha estimado en más de un millón el número de tarjetas afectadas por esta modificación. BBVA ha emitido unos 10 millones de tarjetas en total, contando las de débito y crédito.