El banco holandés ABN AMRO ha obtenido un beneficio neto consolidado de 475 millones de euros en el primer trimestre de 2016, lo que supone una disminución del 12,5 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
La entidad registró unos ingresos entre enero y marzo de 3.232 millones de euros, un 5,3 % menos que en los mismos tres meses de 2015.
Los ingresos operativos se situaron en 1.971 millones de euros, lo que representa una caída del 9 % con respecto al primer trimestre del año precedente.
Entre enero y marzo, los costes aumentaron debido a unas tasas regulatorias de 98 millones de euros frente a los cero euros que tenía que desembolsar el año anterior.
ABN AMRO afirma que ha reducido a casi cero los créditos morosos, que habían ascendido en el primer trimestre de 2015 a 252 millones de euros.
La ratio de capital de máxima calidad aumentó por su parte al 15,8 %, por encima del objetivo de entre el 11,5 % y el 13,5 %.
El consejero delegado de ABN AMRO, Gerrit Zalm, señaló que la entidad operó en los primeros meses de 2016 en un entorno «difícil debido a las turbulencias en los mercados financieros, causadas por las preocupaciones acerca de la economía china, más descensos inicialmente de los precios del petróleo y la reducción adicional de los tipos de interés ya negativos».