Bankinter ha visto como el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrelavega (Cantabria) ha anulado tres contratos de permuta financiera, los conocidos como ‘swap’, con una empresa cántabra, porque considera que la entidad financiera no informó adecuadamente sobre las características y riesgos de este producto.
La sentencia incide en la falta de información al cliente pero, además, recalca que el propio empleado de Bankinter encargado de estos productos «desconoce las tripas» de lo que son los ‘swap’ y «es incapaz de explicar» la fórmula en la que se basan.
La resolución judicial se suma a otras que ya han ganado en Cantabria varios particulares y una empresa. En este caso, la demanda la presentó una compañía de Torrelavega dedicada a realizar instalaciones eléctricas industriales y de alumbrado, que firmó tres contratos ‘swap’ por valor global de 3 millones de euros que acabaron generándole «cuantiosas pérdidas».
Según se explica en la sentencia, la empresa firmó los contratos pensando que el producto era un seguro de cobertura ante la subida de los tipos de interés.
Asegura también que Bankinter no ha demostrado que ofreciera información detallada de las tarifas de comisiones y gastos y de otras condiciones de la operación.
Además, añade que no se entregó el folleto adicional informativo y tampoco se realizó el test necesario sobre la situación financiera de quien contrata el producto, su experiencia inversora y los objetivos de la inversión, para evaluar qué producto se ajusta mejor a su perfil.
Bankinter se defendía diciendo que el gerente de la empresa tenía titulación universitaria y la compañía contaba con una directora financiera, personal que, a su juicio, tienen suficiente cualificación para entender los riesgos que se asumen en este tipo de operaciones.
Pero la sentencia no comparte ese argumento y, de hecho, subraya que el propio empleado de Bankinter encargado de comercializar los ‘swap’ «evidenció» en el juicio que desconoce la fórmula polinómica que se aplica en estos productos.
En su opinión, «eso deja bien a las claras que cuando el representante» de la entidad desconoce la fórmula en que se basa el contrato, «difícilmente podrá explicarlo» a la otra parte.
En definitiva, considera que Bankinter no ofreció una información «correcta y adecuada» y la empresa contrató los ‘swap’ «sin ser consciente del verdadero significado y alcance» y sin conocer «las implicaciones del producto que contrataba y el verdadero riesgo que asumía».
Por ello, declara nulos los contratos y ordena que se anulen los cargos y los abonos realizados a la empresa, esto es, tanto los beneficios como las pérdidas generadas.