El Banco Central de Portugal (BdP) ha negado que vaya a conceder beneficios fiscales al futuro comprador de Novo Banco, cuyo proceso de venta se relanzará en 2016.
En un comunicado emitido por el regulador bancario luso, se asegura que «no propone ninguna bonificación fiscal o régimen exclusivo para los potenciales compradores del Novo Banco» y ha recordado que el Gobierno será el que le corresponderá «la decisión final».
El BdP ha reaccionado de esta manera tras la noticia emitida por semanario luso Expresso, que ha informado que el regulador pretende que el eventual comprador tenga facilidades para pagar impuestos.
El Novo Banco, cuyo primer intento de venta no pudo concretarse en 2015 por la falta de idoneidad de las ofertas, está ahora bajo la mira de los grandes inversores.
Grandes fondos de inversión, fondos de pensiones y otras instituciones financieras que habían invertido en obligaciones antes del colapso y escisión del BES son los grandes afectados de una decisión inédita.
El BdP determinó la recolocación de 2.000 millones de deuda adquirida por estos grandes inversores, entre los figuran gigantes como BlackRock y Pimco, según la prensa lusa.
Así, el montante transitará del Novo Banco al BES, una decisión que sirve para limpiar el balance de la entidad en venta y dejar a sus acreedores con pocas probabilidades de recuperar su inversión.
El objetivo es que el Novo Banco pueda cumplir con las nuevas normativas de solvencia europeas, que había suspendido el pasado mes de noviembre en el escenario más adverso.
Novo Banco, el tercer mayor banco luso en volumen de activos, ya fue recapitalizado en el momento de su creación, en agosto de 2014, con un préstamo estatal de 3.900 millones de euros y otros 1.000 millones procedentes del sistema financiero luso.