Banco Santander ha registrado en 2021 un beneficio atribuido de 8.124 millones de euros, en contraste con las pérdidas de 8.771 millones de 2020, cuando la entidad presidida por Ana Botín efectuó una actualización del fondo de comercio y de los activos fiscales diferidos (DTAs) sin efecto en caja.
Ana Botín ha remarcado este miércoles que «Los resultados de 2021 muestran una vez más el valor de nuestra escala y diversificación, con una presencia equilibrada entre mercados desarrollados y emergentes, lo que nos permite aumentar el beneficio atribuido un 25% con respecto a 2019, antes de la pandemia». Asimismo, Botín ha subrayado que la retribución al accionista es importante para Banco Santander, y que 2021 ha sido el primer año en el que la entidad ha ofrecido la recompra de acciones como parte de su remuneración.
«Tenemos el objetivo de distribuir el 40% del beneficio ordinario en 2022 con dividendos en efectivo y recompra de acciones», ha recalcado la presidenta.
Ana Botín ha afirmado que Banco Santander se encuentra en camino de cumplir los objetivos a medio plazo establecidos en 2019. En este sentido, espera que la entidad alcance en 2022 un RoTE superior al 13%, una ratio de eficiencia de alrededor del 45%, y una ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ en el entorno del 12%.
Sin contar con el cargo neto de 530 millones de euros por costes de reestructuración efectuado en el primer trimestre del pasado año, el beneficio ordinario de Banco Santander alcanzó en 2021 los 8.654 millones de euros, lo que supone un avance del 78% respecto al dato del año anterior.
Por lo que se refiere al cuarto trimestre de 2021, Banco Santander registró un beneficio atribuido y ordinario de 2.275 millones de euros, lo que representa un incremento del 5% respecto a la cifra del trimestre anterior, y el mejor resultado ordinario trimestral en doce años.
Según Banco Santander, los resultados de 2021 reflejan las ventajas de la diversificación geográfica y de negocios de la entidad, con las tres regiones en que esta implantado (Europa, Norteamérica y Sudamérica) contribuyendo con cifras similares al beneficio total de Grupo Santander.
En concreto, el beneficio ordinario del Santander en 2021 se duplicó en Europa, alcanzando la cifra de 2.978 millones de euros (+110%). Por su parte, Norteamérica registró unas ganancias de 3.053 millones (+109%), y Sudamérica de 3.328 millones de euros (+24%). Digital Consumer Bank obtuvo 1.332 millones de euros (+16%).
Por lo que se refiere al beneficio ordinario antes de impuestos de Banco Santander, se ubicó en la cifra récord de 15.260 millones de euros, lo que supone un 65% más respecto a 2020.
Los impuestos sobre beneficios sumaron 5.076 millones de euros, lo que implica un avance del 51%, y una tasa fiscal efectiva del 33%.
En opinión de Ana Botín, «En 2021, conseguimos un beneficio antes de impuestos récord en la historia del banco al alcanzarlos 15.260 millones de euros gracias a nuestra disciplina en la asignación de capital, la gestión prudente del riesgo y una mejora en la eficiencia y solidez del balance».
Para la presidenta de Banco Santander, «Las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza tienen cada vez mayor importancia para nuestros grupos de interés. Por eso, en los próximos años apoyaremos a nuestros clientes en su transición hacia una economía verde, impulsando la inclusión y el empoderamiento financiero, y manteniendo siempre un buen equilibrio entre el corto y el largo plazo».
Banco Santander registró el pasado año un incremento del 4% de los préstamos, y de un 6% en el caso de los depósitos, junto a una mejora de la calidad del crédito, lo que permitió recortar un 37% el nivel de dotaciones para insolvencias. Este descenso es resultado en parte de la liberación de las provisiones por valor de unos 750 millones de euros llevadas a cabo para hacer frente a la pandemia, en base al crecimiento de las economías en las que opera la entidad, y a la mejoría de la cartera de crédito.
Por lo que respecta a los ingresos, el margen de intereses aumentó un 7%, gracias sobre todo al incremento de los volúmenes tanto en créditos como en depósitos, y al recorte del coste de estos últimos. Los ingresos por comisiones crecieron un 8%, resultado del avance en los productos de mayor valor añadido. A nivel global, los ingresos totales se incrementaron un 7%, hasta los 46.404 millones de euros.
Este hecho, junto al control de costes, supuso un avance del 9% en el beneficio antes de provisiones (margen neto), que alcanzó los 24.989 millones de euros. En el presente año 2022, Banco Santander pretende aumentar los ingresos en torno al 5%.
La ratio de mora de la entidad presidida por Ana Botín descendió el pasado año en cinco puntos básicos, hasta el 3,16%, y la ratio de cobertura se ubicó en el 71%. En cuanto al coste del crédito, experimentó una reducción de 51 puntos básicos respecto al dato de 2020, situándose en el 0,77%, como resultado de las menores dotaciones, que sumaron 7.436 millones de euros, lo que implica un descenso del 37%.
Banco Santander anunció en septiembre del pasado año su política de retribución al accionista respecto a los resultados de 2021, en la que se establece una remuneración total de aproximadamente el 40% del beneficio ordinario, distribuida al 50% entre dividendo en efectivo y recompra de acciones, con dos abonos (uno a cuenta en noviembre de 2021, y un pago final durante 2022).
En base a la política de retribución al accionista, Banco Santander realizó en el cuarto trimestre del pasado año un pago a cuenta de los resultados de 2021 de unos 1.700 millones de euros, dividido entre un dividendo en efectivo de 4,85 céntimos de euro por acción, y una recompra de acciones por 841 millones de euros. En las próximas semanas, se anunciará una retribución adicional con cargo a 2021.
Banco Santander prevé incrementar la remuneración total al accionista por encima del 40%, a través de la recompra de acciones y un dividendo en efectivo en aumento, a la vez que se mantiene una ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ de alrededor del 12%.
En España, el beneficio ordinario de Banco Santander alcanzó en el año pasado los 957 millones de euros, lo que representa un incremento del 85% respecto a 2020, gracias al aumento de los ingresos (+3%) y a los menores costes (-7%).
La reactivación de la actividad registrada en la primera mitad del año pasado entre clientes particulares se afianzó en la segunda mitad.
Este avance ha resultado ser «especialmente significativo» en hipotecas y crédito al consumo, apartados en los que la entidad ya ha recuperado los niveles pre-covid.
Por último, los créditos se mantuvieron estables en tasa interanual, con avances en particulares y empresas, mientras que los depósitos crecieron un 5% interanual, y los fondos de inversión experimentaron un incremento del 16%.