La Organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE), ha publicado un análisis de todos los países miembros de la organización en materia de creación de nuevas empresas. Los resultados arrojan conclusiones bastante interesantes, no sólo para España sino para muchos países de Europa, los cuales en general muestra una lenta recuperación a la hora de mantener y crear empresas desde la crisis económica del 2008.
El estudio analizó los marcos legales para la creación de nuevas empresas, la facilidad para que los emprendedores consigan financiación para nuevas empresas. Los resultados son bastante negativos para España y Dinamarca, que no sólo se posicionan como los dos países con el menor número de empresas creadas, sino que tampoco han logrado alcanzar los niveles máximos que habían logrado antes de la recesión del 2008. Por decir algo, consideremos un 100 por ciento como el máximo de empresas nuevas alcanzadas antes de la crisis económica. Durante el segundo trimestre del 2009, en España este porcentaje cayó 50.35 puntos, y la mejora ha sido muy lenta, ya que hasta el trimestre de 2011 el porcentaje solo había subido a 52 puntos.
En contraste, son naciones como el Reino Unido, Francia y Australia las que se podría decir que están saliendo airosas de la crisis al haber tenido durante el año pasado un número de empresas mucho mayor al máximo que se alcanzó antes de la crisis. La OCDE también se encargó de analizar cual es la percepción de los ciudadanos con respecto a los emprendedores. En este aspecto, los Estados Unidos y los países nórdicos ocupan la punta con una opinión favorable hacia los emprendedores en más de un 70% de su población. Caso contrario es el de países como Japon, Corea y Polonia, en donde son menos de un tercio las personas que ven con buenos ojos a los emprendedores.
Como se puede ver, el informe revela muy buenas noticias para algunos pero también saca a la luz la necesidad de reformas a la hora de estimular los emprendimientos en varios países. Regresando al caso español, por ejemplo, no sólo está muy por debajo de la media a la hora de hablar de nuevas empresas, sino que es el penúltimo lugar en la lista de los países que menos trabas ponen a la hora de abrir una nueva empresa de por lo menos cincuenta personas. Esto quiere decir que el proceso para abrir nuevas empresas en el país aún es largo y conflictivo comparado con el de otros países, en especial Canadá, Irlanda, Reino Unido y Australia, que es donde menos trabas se ponen a los emprendedores. El único país que supera a España en dificultad para abrir nuevas empresas es Grecia.