CaixaBank, presidido por Isidro Fainé, se ha comprometido a invertir otros dos millones de euros al Baloncesto Sevilla en las próximas dos temporadas, si un nuevo socio está dispuesto a aportar la misma cantidad.
La entidad bancaria catalana no ha conseguido un inversor que quiera patrocinar el Baloncesto Sevilla. Después de que CaixaBank vendiera en el 2014 por valor de un euro el club heredado de la antigua Cajasol, se fijó el objetivo de encontrar un nuevo dueño entre el 1 y el 15 de julio ante los incumplimientos de Jefferson Capital Funding LLC.
Fernando Moral, Presidente del Baloncesto Sevilla, ha señalado que CaixaBank “nos ha ayudado mucho en estos momentos difíciles; de hecho, adelantó el dinero en febrero para pagar las nóminas”.
Esos recursos debían ser aportados por el grupo liderado por Jeffrey Meythaler, que empezó a incumplir los acuerdos que se habían establecido con CaixaBank al momento de la compraventa.
Las instituciones sevillanas consideran que es fundamental llegar a un acuerdo para la venta con el empresario estadounidense si quiere garantizarse la permanencia del equipo en la ACB.
CaixaBank ha estado en conversaciones con ocho grupos interesados en hacerse con el 100% del capital, pero las negociaciones no se han materializado.
Esta semana se puso en marcha la ampliación de capital de 1,05 millones de euros y la entidad financiera ha señalado que no tiene intención de participar en esta operación, debido a que le exigiría volver a ser accionista de un club deportivo, una situación que asumió en el año 2012 debido a las circunstancias, pero que ahora sería difícil sustentar ante sus accionistas.
La entidad ha invertido hasta el momento unos 12,5 millones de euros para sanear el Baloncesto Sevilla a nivel económico y estabilizarlo en la élite del baloncesto español.
En concreto, la ampliación de capital deberá ser cubierta por un inversor dispuesto a tomar el control de la entidad. El vicepresidente del Baloncesto Sevilla, José Manuel García-Quílez, ha indicado que “si se cubre, el equilibrio patrimonial estaría resuelto, pero si no, la disolución seguiría adelante si no llegara un nuevo dueño”.
A pesar de esta situación, García-Quilez asegura que “el Baloncesto Sevilla está vivo e inscrito en la ACB y no tengo ninguna duda de que jugará en ella la próxima temporada”.