Deutsche Boerse, entidad alemana, tendrá que vender su participación del 31,5% Direct Edge, el cuarto operador bursátil de Estados Unidos, para poder culminar su fusión con NYSE Euronext.
La división anticompetencia ha presentado una demanda civil en los juzgados de Washington para bloquear la actual propuesta de compra, además de una propuesta de acuerdo que, en caso de ser aprobado por el tribunal, resolvería la demanda y las dudas del departamento sobre la competencia.
Además de la petición de desinversión de su participación en Direct Edge, la propuesta de acuerdo prohíbe de forma inmediata a ambos operadores bursátiles participar en la gobernanza o en los negocios de Direct Edge.
«La desinversión de los intereses en Direct Edge y las relacionadas restricciones resuelve las dudas del departamento sobre los efectos de la fusión en los mercados estadounidenses», añade Justicia, quien incide en que, en el caso contrario, podría influir en las decisiones de Direct Edge y, por lo tanto, «reducir el celo» de un competidor agresivo e innovador.
Los operadores bursátiles NYSE Euronext y Deutsche Boerse acordaron el pasado mes de febrero combinar sus actividades en un nuevo holding, controlado en un 60% por los accionistas de la alemana y en un 40% por los de la firma estadounidense, que se convertirá en la mayor compañía del sector por ingresos y líder en el mercado de derivados.
En concreto, la cifra de negocio combinada en 2010 de la nueva compañía habría alcanzado los 4.100 millones de euros y un resultado bruto operativo de 2.100 millones de euros, lo que le convertiría en el principal operador bursátil mundial por ingresos.