José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), no ha descartado que se produzcan nuevas fusiones de entidades financieras en España «en el medio plazo». De igual forma, ha afirmado que «no es deseable» que el sector recupere las rentabilidades del entorno del 20% de antes de la crisis, porque reflejaban «exuberancia financiera».
Durante una rueda de prensa para hacer balance del ejercicio 2014, Roldán ha esgrimido que el entorno de búsqueda de rentabilidad presionará a la banca en los próximos años, lo que pudiera obligarlo a las fusiones que pudiera ser la mejor manera de controlar costes.
Sin embargo, Roldán ha aclarado que el proceso de concentración en España ha avanzado en los últimos años, más que en países como Italia, Francia o Alemania. «No hay número ideal de entidades», ha expresado al ser preguntado sobre cuántas entidades formarán el mapa bancario español del futuro.
Roldán ha marcado como un gran reto para el futuro, un objetivo de rentabilidad del 10% a alcanzar en una década, esto es la mitad de los niveles precrisis. Al respecto, ha afirmado que un 20% de rentabilidad «no es alcanzable ni deseable», al argumentar que reflejaba la «burbuja y exuberancia» financiera.
«En estos momentos la banca es más segura, con más solvencia y mayor estabilidad», ha reivindicado tras la normativa sobre capital derivada de la crisis.
Roldán también ha enfatizado que alcanzar niveles de rentabilidad precrisis significaría tener un perfil de riesgo «excesivo». La rentabilidad actual de los bancos asociados de la AEB se sitúa en el 5,75%.
El presidente de la AEB ha indicado que el caso del Banco Madrid se trata de un caso «inusual y puntual» y ha instado a «extraer lecciones», sobre todo las referidas a que la confianza es «vital» para el negocio bancario y a que los temas de conductas pueden «llevarse por delante» a instituciones.
«La solución que se ha dado es una opción», ha indicado respecto a la decisión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de no rescatar la entidad, al tiempo que ha incidido en que los activos de Banco Madrid representan una parte muy pequeña del sistema financiero español.