Con unos beneficios netos de 510 millones de euros durante el primer trimestre de 2015, el grupo bancario belga KBC ha alcanzado 163 millones de euros más que en el mismo período del año anterior (347 millones de euros), lo que representa un aumento del 32%.
Este crecimiento viene detrás del aumento en facturación entre los meses de enero y marzo que pasó de 1.615 millones de euros durante 2014, a 1.855 millones de euros en 2015. El resultado de operaciones antes del pago de impuestos se colocó en los 659 millones de euros, 30% más que el mismo resultado para el ejercicio anterior.
Johan Thijs, director ejecutivo de KBC, comentó que «a pesar de que la economía mundial cayó en el primer trimestre de 2015, las economías de nuestros mercados de Europa Central y de Irlanda fueron relativamente fuertes», lo que ayudó a impulsar este excepcional resultado; sin embargo reconoció que las bajas tasas de interés siguen siendo un reto para todo el sector financiero.
El grupo bancario KBC nace en 1998 con la fusión de dos bancos belgas, el Kredietbank y el CERA Bank, y una compañía de seguros, ABB. Con una política de expansión hacia Europa Central y Occidental, el grupo adquiere al ČSOB en 1999, entidad con operaciones en la República Checa y Slovaki. Esta serie de adquisiciones se han llevado desde entonces hasta el día de hoy, donde en 2009 el grupo establece estrategias en cinco países de la región europea: República Checa, Slovakia, Hungría, Polonia y Bulgaria.
El presente año representa para KBC el tercero de recuperación, tras un resultado de 13 millones de euros en beneficios después de impuestos.