Fuentes consultadas por Financial Time han informado que el Popular quemó 3.600 millones de euros de líneas de liquidez de emergencia del Banco Central Europeo (BCE) los dos primeros días de la semana pasada, por la salida de depósitos de la entidad.
El régimen de la eurozona para gestionar bancos fallidos se enfrentó a su primer gran desafío cuando el goteo constante de clientes sacando dinero de Banco Popular se aceleró.
Popular, que tiene una cartera de activos improductivos de 37.000 millones, se vio obligado a comunicar a las autoridades de Madrid el martes que no podría abrir sus puertas al día siguiente sin un rescate que reforzará su liquidez.
El pasado martes, los supervisores de Madrid, Bruselas y Fráncfort tenían claro que Popular no tenía suficientes préstamos de calidad para usar como colateral y pedir nuevas líneas de liquidez, por lo que decidieron intervenir el banco, así como la amortización del capital y de los bonistas subordinados con pérdida íntegra de su inversión, antes de venderlo por el precio simbólico de un euro a Santander, el único postor en el proceso de venta puesto en marcha de madrugada.
«Las razones que motivaron la decisión de intervenir la entidad estaban relacionadas con los problemas de liquidez», dijo Vitor Constâncio, vicepresidente del BCE. «Había pánico bancario. No se evaluó la solvencia como tal, sino la cuestión de la liquidez «, indicó.
Este fin de semana, Ciudadanos ha declarado que cree que Banco Popular debió pedir el rescate bancario en 2012. El responsable de Economía de la formación naranja, Luis Garicano, afirma que el banco y todas las entidades en problemas «debieron pedir el rescate» al Banco Central Europeo (BCE) «en su momento».