Banco Popular ha informado que no prevé vender activos «de manera indiscriminada» con el objetivo de mejorar la situación de la entidad, sino que tomará decisiones adecuadas «teniendo siempre en cuenta el valor que pueda aportar al accionista».
Ignacio Sánchez-Asiaín, consejero delegado de Banco Popular, y Miguel Escrig, director financiero, han explicado que la venta de activos ‘non core’ podría aportarles más de 100 puntos básicos de capital.
Actualmente, el negocio ‘core’ de la entidad financiera se basa en la banca comercial y minorista en España, especialmente en pymes. En relación a los negocios no principales, Sánchez-Asiaín y Escrig han señalado que serán estudiados para saber «cuáles son sus mejores posibilidades».
Los directivos de la entidad han indicado que el objetivo «es anunciar buenas noticias respecto a la venta de activos no estratégicos y vamos a intentar propiciar nuestro esquema de provisiones para ayudar en este sentido. El plazo de venta lo comunicaremos una vez que hayamos concluido el plan definitivo en términos operativos».
En relación a la desinversión de activos improductivos, Banco Popular tiene como objetivo ser «más agresivo» para acelerar el nivel de venta. En estos momentos, está analizando la cartera para ofrecer las mejores perspectivas.
Sánchez-Asiaín y Escrig han comentado que el banco no siente presión ni del mercado ni de los reguladores para reducir su nivel de activos improductivos. Sin embargo, siente una «presión propia» por el «deseo de brindar una estrategia coherente».
Asimismo, han agregado que Banco Popular está «en una posición que le permite continuar desinvirtiendo. Nuestra prioridad en este sentido es ser claros, transparentes y creíbles».