Goldman Sachs, uno de las principales firmas de inversión del mundo, sondea la posibilidad de vender su nueva sede europea en Londres, para después realquilarla al comprador y ocupar el edificio como inquilino (lease-back).
La operación de la venta de la propiedad del edificio rondaría los 1.000 millones de libras (unos 1.135 millones de euros), según informa Bloomberg. No obstante, la dirección de Goldman Sachs no habría tomado una deisión final,
El nuevo edificio de 78.000 metros cuadrados se encuentra actualmente en construcción al lado de su actual sede en Fleet Street, en pleno barrio financiero de la capital británica, y tendrá una capacidad para unos 9.600 trabajadores.
Goldman Sachs planea efectuar el traslado a su nueva casa para el año que viene.
La fuerte demanda de inversores extranjeros a motivado a otras grandes firmas como Lloyds o KPMG a vender sus actuales sedes para posteriormente realquilarlas. Portavoces de Goldman Sachs y CBRE, la firma que está asesorando en la potencial venta al banco que lidera Lloyd Blankfein han declinado hacer comentarios, agrega Bloomberg.
El traslado de Goldman a su nueva sede llegará en pleno proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea, cuyo impacto en el sector financiero, uno de los principales de la City londinense. De hecho, la entidad estadounidense ya ha sondeado Frankfurt o París como posibles destino de su sede europea una vez se consume el Brexit.
En la actualidad, la entidad emplea a unos 6.000 trabajadores en sus oficinas de Londres aunque todavía no ha detallado cuantos empleados podría desplazar por los efectos del Brexit.
A finales del año pasado, Financial Times apuntó a que Goldman Sachs había decidido trasladar a Dublin su gestora de activos europea una vez se efectúe la salida británica del bloque comunitario, aunque el banco todavía no ha confirmado este movimiento.
Recientemente, Goldman Sachs y Oaktree informaron que esta semana presentarán ofertas vinculantes por una cartera de suelo propiedad de Iberdrola Inmobiliaria. La filial de la multinacional energética ha iniciado así uno de sus mayores procesos de venta de activos de los últimos años coincidiendo con la recuperación del sector y el voraz apetito mostrado por fondos internacionales por terrenos en el mercado español.