Bank of America se ha mostrado bajista en torno a las perspectivas de los mercados para el próximo año, y ha recomendado a los inversores que se concentren en mantener efectivo a medida que una inflación más rápida y tasas de interés más altas alteran la trayectoria de los precios de los activos globales.
En una nota enviada a los clientes, un grupo de expertos liderados por Michael Hartnett han entregado una serie de recomendaciones de comercio macro, incluidas posiciones largas en indicadores de volatilidad, petróleo, energía, dólar estadounidense y activos reales. Los inversionistas pueden esperar un “impacto en las tasas” en 2022, luego del “impacto en la inflación” de 2021 y el “impacto en el crecimiento” de 2020.
Los analistas bancarios han señalado que “por lo tanto, somos bajistas y creemos que la mantención del capital crecerá como tema el próximo año”.
La previsión contrasta con las opiniones alcistas de otras entidades financieras de Wall Street, como Goldman Sachs Group Inc. y JPMorgan Chase & Co., que prevén que los mercados de valores avancen a un ritmo más moderado en 2022.
El lunes, los activos de riesgo se elevaron, lo que envió al S&P 500 a un nuevo máximo histórico, luego de que los inversionistas aplaudieran la nominación de Jerome Powell para un segundo mandato al frente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Los expertos de Bank of America han alertado de que este es “un ciclo muy poco convencional” y que es muy poco probable que su término “siga un camino convencional”. En este sentido, han establecido paralelismos entre el contexto de inversión actual y la “estanflación temprana” de fines de la década de 1960 y principios de la de 1970.
En relación al argumento alcista para las acciones, los estrategas de Bank of America han comentado que los precios de los activos podrían seguir subiendo si la Fed decide mantener las tasas reales profundamente negativas.