Abanca ha reformado su oficina principal de Santiago para adaptarla a su nuevo modelo de atención al cliente.
La oficina, que está ubicada en la confluencia de las calles Montero Ríos y Doutor Teixeiro, gana en modernidad, mejora las prestaciones a clientes y empleados, e incorpora las últimas tecnologías.
Más que una reforma, se trata de una transformación completa de las dos plantas del edificio destinadas a la atención al público.
La cuarta parte de las 16 oficinas de Abanca que se encuentran situadas en la capital ya tienen el nuevo modelo.
La oficina de 800 metros cuadrados de Santiago ha sido rediseñada con amplias áreas abiertas, sin despachos, con el propósito de impulsar la transparencia. En su lugar se han habilitado cinco salas de reuniones, algunas con capacidad para doce personas, que sirven para atender las gestiones que requieran mayor confidencialidad por parte de los clientes.
La entidad ha explicado en una nota que la atención personalizada y las gestiones comerciales ganan peso en esta concepción vanguardista, en la que Abanca ha utilizado soluciones tecnológicas, las más innovadoras del mercado, con el fin de mejorar la experiencia de sus clientes.
La nueva oficina principal de Abanca en Santiago cuenta con nueve mesas en las que los empleados podrán dar respuesta en movilidad con dispositivos Surface a los clientes. Para cuestiones no presenciales o de organización, los gestores tienen a disposición veintidós puestos que están totalmente equipados con la última tecnología.
Uno de los principales objetivos de la nueva oficina es ofrecer agilidad al momento de realizar las operaciones más habituales.
Las gestiones de carácter transaccional o que requieran efectivo se atienden en cuatro puestos identificables desde la entrada. Además, hay cinco cajeros de nueva generación que permiten retirar efectivo, realizar ingresos en firme, pagar recibos en efectivo y otras operativas con moneda.