Royal Bank of Scotland (RBS) ha designado a Alison Rose nueva consejera delegada de la entidad, quien será la primera mujer al frente de uno de los principales bancos del Reino Unido.
Alison Rose, de 49 años, va a sustituir en el cargo a Ross McEwan y tiene previsto cobrar un salario base de 1,1 millones de libras anuales (1,25 millones de euros), por encima del millón de libras (1,14 millones de euros) que percibía su antecesor, de acuerdo a informaciones publicadas por los medios británicos.
RBS va a destacar como la única firma del FTSE-100, el índice principal de la Bolsa de Valores de Londres, con dos mujeres en los principales puestos directivos, debido a que Alison Rose va a trabajar junto con la directora financiera Katie Murray.
La nueva consejera delegada comenzó a formar parte del grupo financiero en el año 1992 como estudiante en prácticas, al finalizar su carrera universitaria. En el 2014, entró a formar parte del comité ejecutivo del banco y el pasado mes de diciembre fue designada viceconsejera delegada del RBS.
Alison Rose ha señalado en un comunicado emitido hace unos días que «como una de las instituciones financieras más antiguas e importantes del Reino Unido, tenemos que jugar un papel clave a la hora de apoyar la economía e impulsar el potencial que existe en este país».
Además, ha agregado que «nuestra industria afronta diversos retos, desde la actual incertidumbre política y económica a los cambios de comportamiento y expectativas entre nuestros clientes».
Una de las tareas que tendrá que asumir Rose será conducir el regreso de RBS, parcialmente nacionalizado, a manos privadas.
En el año 2008, el Gobierno británico tomó la decisión de inyectar unos 45.500 millones de libras (51.600 millones de euros) para hacerse con el 78,3% de la entidad financiera y evitar su colapso. Hoy en día, mantiene el 62% de la titularidad en RBS.