El banco estadounidense BNY Mellon obtuvo en 2019 un beneficio neto atribuido de 4.272 millones de dólares (3.837 millones de euros), lo que supone un aumento del 4,3% respecto al dato de 2018.
La facturación en los doce meses de la firma se situó en 16.462 millones de dólares (14.785 millones de euros), un 0,4% más. Los ingresos por comisiones y tasas se situaron en 13.218 millones de dólares (11.871 millones de euros), un 3,3% más, mientras que los procedentes de intereses se contrajeron un 11,7%, hasta 3.188 millones de dólares (2.863 millones de euros).
Por segmentos de negocio, la división de servicios de inversión contabilizó unos ingresos de 11.987 millones de dólares (10.766 millones de euros), un 3% menos, y el área de gestión de activos se redujo un 9%, hasta 3.721 millones de dólares (3.342 millones de euros). Los ingresos atípicos se multiplicaron por 35, hasta 728 millones de dólares (654 millones de euros).
Con respecto a los gastos, los costes salariales disminuyeron hasta 6.063 millones de dólares (5.445 millones de euros), un 1,3% menos, al tiempo que la partida de servicios legales y profesionales se mantuvo prácticamente estable en 1.345 millones de dólares (1.208 millones de euros). El gasto en informática y equipos se elevó hasta 1.222 millones de dólares (1.097 millones de euros), un 15% más.
En el tercer trimestre, el beneficio neto atribuido de BNY Mellon se elevó un 38,8%, hasta 1.391 millones de dólares (1.249 millones de euros), mientras que la facturación trimestral creció un 23,8%, hasta 4.778 millones de dólares (4.291 millones de euros).