Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria ‘la Caixa’ y de CECA, ha instado a «mirar al futuro con optimismo» a pesar del «escenario complejo» que vive el mundo derivado de la pandemia, la inflación y la guerra en Ucrania.
En este sentido, ha indicado que el PIB global está por debajo de lo que se esperaba hace tres años, con una inflación «mucho más alta» de lo que era imaginable entonces, con lo que «las condiciones de vida de la gran mayoría de los ciudadanos no han mejorado como deberían».
No obstante, se ha referido a los «efectos transformadores que ya se empiezan a sentir en los ámbitos social, económico y financiero, como son la aceleración del proceso de digitalización y los nuevos hábitos de los consumidores, la reconfiguración de las relaciones financieras internacionales y el rediseño de las cadenas de suministro mundiales, así como la constatación de que ni la inflación estaba muerta, ni los tipos de interés estaban fijados al mínimo para siempre».
Fainé ha hecho estas declaraciones durante la clausura en Paris del congreso del Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas (WSBI), que también preside y que está formado por más de 7.000 entidades en 63 países de todos los continentes.
Durante su intervención ha apostado por que estas entidades desarrollen «una estructura organizativa liviana y flexible» y que se distingan por un «trato personal y exquisito» a cualquier cliente.
«El trato debe ser franco, amable y humano, cualquiera que sea el canal de comunicación que se utilice», ha asegurado.
Además, ha destacado que estas entidades se enfrentan a una «fase decisiva» en su historia ante este escenario complejo en el que se combinan «adversidades urgentes a corto plazo con transformaciones significativas a medio y largo plazo».