ABN Amro registró unas pérdidas de 45 millones de euros en 2020, frente al beneficio neto de 2.046 millones contabilizado en el año anterior, lo que supone el primer resultado anual negativo del banco holandés desde 2010, según ha informado la entidad, que no abonará dividendo correspondiente al último ejercicio.
«Sobre la base de la recomendación revisada del BCE y la pérdida registrada en 2020, lamentablemente no se propondrá dividendo con cargo a 2020. Tenemos el compromiso de reanudar el pago de dividendos de manera sostenible y teniendo en cuenta la recomendación del BCE«, indicó Robert Swaak, consejero delegado de ABN Amro.
Las cuentas de ABN Amro reflejaron un fuerte incremento en el año de las provisiones por impagos de crédito, que sumaron 2.303 millones de euros, un 250% más que los 657 millones reservados en 2019.
La cifra de negocio de la entidad holandesa alcanzó entre enero y diciembre un total de 7.916 millones de euros, un 8% menos que un año antes, con una caída del 9% de los ingresos por intereses netos, hasta 5.863 millones, y del 5% en los ingresos por comisiones, hasta 1.558 millones.
En el cuarto trimestre, ABN Amro logró un beneficio neto atribuido de 54 millones de euros, un 83% por debajo de las ganancias contabilizadas en el mismo periodo de 2019, mientras que la cifra de negocio operativa del banco retrocedió un 14,3%,hasta 1.800 millones de euros.
ABN Amro tuvo que ser rescatado en 2008 y, después de una profunda reestructuración de sus actividades, fue reprivatizado en 2015, aunque el Gobierno de Países Bajos conserva una participación del 56,3% en la entidad.