Novo Banco ha perdido 419,6 millones de euros hasta el mes de septiembre de este año, un dato muy parecido a la del mismo periodo de 2017.
El banco ha explicado en un comunicado remitido a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa que los resultados se vieron afectados por la «reestructuración en curso de su balance», que está incluida en su plan estratégico.
Entre las operaciones que han afectado los resultados de la entidad se encuentra la venta de una cartera de activos inmobiliarios (con un impacto de 159 millones de euros), una oferta de adquisición y conversión de obligaciones (81,8 millones de euros) y cuestiones fiscales. Sin estos factores, Novo Banco habría presentado unas pérdidas de 147,8 millones de euros.
El margen financiero de Novo Banco, que mide la diferencia entre los intereses cobrados por los créditos y los pagados por los depósitos, ha aumentado un 5,2%, hasta los 300,7 millones de euros, y el producto bancario, que equivale a los ingresos del banco, se ha ubicado en 527,3 millones de euros, un 12,4% menos.
Los costes operativos han caído un 7,8%, hasta los 363,5 millones de euros, y el resultado antes de impuestos ha sido negativo en 292,5 millones de euros, lo que supone un 17,7% mejor que hace un año.
La entidad financiera ha informado que el mes de septiembre cerró con 29.529 millones de euros en depósitos, lo que equivale a un 13,7% más que en el mismo mes del año 2017, y el crédito en riesgo se ha reducido hasta el 27,7% del crédito total concedido.
En términos de solvencia, Novo Banco presenta un ratio Common Equity Tier I del 13,5%, siete décimas por encima del que tenía en diciembre del año pasado.
En los últimos doce meses, la plantilla de empleados del grupo financiero se ha reducido en 510 trabajadores, por lo que ahora cuenta con 5.165 empleados, repartidos en 403 sucursales.