El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el PIB de Guatemala crecerá por encima del 3,7% hasta 2018, y ha respaldado el incremento del déficit público para la construcción de infraestructuras y el desarrollo de políticas para erradicar la pobreza.
Anna Ivanova, jefa de misión del FMI para Guatemala, ha asegurado durante la presentación de las conclusiones de su visita al país entre el 18 y 31 de mayo, que «estas medidas requieren más ingresos públicos en el largo plazo».
Ivanova añadió que la economía del país centroamericano «resistió bien» la crisis política de 2015, y mantiene unas perspectivas macroeconómicas estables con un crecimiento del PIB del 3,8 % en 2016; 3,7 % en 2017, y el 3,8 % en 2018.
Además, la inflación permanece controlada y el déficit fiscal se mantiene por debajo del 2 %, gracias a los recortes de gasto.
Esta política de contención del gasto debe ser revisada, señala el FMI, quien respalda un incremento del déficit público para destinar al desarrollo de políticas públicas que contribuyan al progreso y la equidad social.
«El avance hacia los objetivos sociales ha sido limitado. Solo una cuarta parte de los objetivos cuantitativos de las Metas de Desarrollo del Milenio para 2015 se cumplieron», señala el FMI, el cual denota la «reversión» en la tendencia de reducción de la pobreza extrema y la inscripción escolar en Guatemala.
En sus conclusiones, el organismo internacional fija como «prioridad» la reforma de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) como herramienta clave para la lucha contra la corrupción y elevar los ingresos.
El FMI añade que es «fundamental» elevar los ingresos fiscales al menos al 15 % del PIB, para poder financiar el mayor gasto social y la construcción de infraestructuras como pilares para el desarrollo del país centroamericano.