El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado esta semana que el Banco Central Europeo (BCE) debería mantener su política monetaria, altamente expansiva, por un "período extendido" de tiempo.
El Banco de Japón (BoJ) ha tomado la decisión de mantener su política monetaria, aunque ha pospuesto la fecha en la que prevé llegar a su meta de inflación.
La mayoría de los bancos regionales de la FED abogaron por una subida de la tasa de descuento, que tiene una relación directa con el tipo que las entidades cobran a sus clientes.
El Consejo de Gobierno del BCE discutió durante su reunión de junio, la posibilidad de retirar el compromiso de ampliar sus compras de activos si fuera necesario.
El Banco de Japón (BoJ) ha decidido mantener sin cambios su política monetaria, y ha mejorado su evaluación del consumo privado y del crecimiento mundial.
Vitor Constancio, el vicepresidente del BCE, ha señalado que la política monetaria no convencional llevada a cabo por el organismo solo debería ser utilizada en circunstancias extremas.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, considera que en la actual situación no existe ninguna razón para cambiar el rumbo de la política monetaria del organismo.