España entró en el grupo de economías de fecundidad muy baja en 1975 y desde entonces, aunque con pequeñas mejoras, el bajo índice de natalidad ha sido la tónica general.
La economía de Japón podría contraerse en el año 2040 si se mantiene el nivel de natalidad actual y el mismo ritmo de envejecimiento demográfico, de acuerdo a lo reflejado en un estudio elaborado por el Gobierno japonés.