Intel, uno de los mayores fabricantes de microprocesadores a nivel mundial, con sede en los Estados Unidos, presenta problemas al estar inmerso en un mercado de ordenadores personales que se encuentra en franco deterioro, y ha decidido cerrar sus operaciones de ensamblaje y pruebas en Costa Rica, lo cual traerá como consecuencia que se quedarán sin empleo unos 1.500 trabajadores.