La inflación alcanzó en enero el nivel más alto desde octubre de 2012, tras subir un 3%. Esta subida se explica principalmente por el encarecimiento de la electricidad y de los carburantes (gasoil y gasolina), frente al descenso que registraron en igual mes de 2016.
Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, ha afirmado que la Fed debería seguir incrementando los tipos de interés paulatinamente.