En el primer trimestre del año, se ha marcado como una tendencia generalizada el afloje de las políticas sobre las cuales las entidades financieras europeas se rigen al momento de la concesión de créditos a empresas.
La banca española ha percibido un incremento de la demanda de crédito durante el último trimestre de 2013, tanto los solicitados por hogares como por pymes, lo que supone un punto de inflexión desde el comienzo de la crisis.