El Banco de España espera un mayor uso del dinero en efectivo a causa de la inflación, mientras que desciende su utilización como refugio ante el aumento de los tipos de interés.
Cada vez son más los pagos que se realizan con tarjetas de crédito, reduciendo la cantidad de efectivo que llevamos encima. Debido al amplio crecimiento de la utilización de las tarjetas, o de dispositivos como el móvil o relojes inteligentes, para pagar en cualquier establecimiento, también es diversa la oferta de diferentes tipos con varias modalidades además de la tradicional tarjeta de débito y crédito:
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está trabajando en un informe sobre el coste de las retirada de efectivo, cuyas conclusiones iniciales señalan una posible correlación entre la desaparición de cajeros automáticos y la exclusión financiera.
Los pagos con tarjeta en terminales de punto de venta (TPV) subieron 28,8% y las retiradas de efectivo en cajeros automáticos aumentó un 4,51% en el año 2021, en comparación con las operaciones registradas durante 2020, año atípico por el parón de actividad y movilidad producto de la pandemia.
Intrum ha informado que tres de cada cuatro empresas españolas han manifestado su creencia de que el dinero en efectivo dejará de existir en menos de diez años.
Según la encuesta 'Investor Watch' de UBS Global Wealth Management, los inversores de alto patrimonio neto a nivel mundial poseen el 25% de sus carteras en efectivo.