El sector privado ha arrancado el año con un intenso deterioro de su riqueza financiera, como consecuencia, básicamente, del desplome de las cotizaciones bursátiles: en términos de PIB, cae a niveles de 2014 en el caso de las familias y de 2016 en el de las empresas.
El sector bancario europeo está mejor preparado para afrontar los desafíos sin precedentes de la crisis del Covid-19, aunque hay algunas entidades más débiles cuya solvencia podría ser insuficiente para superarlos.
José Ramón Díez, el director de Bankia Estudios, ha señalado que “la economía española se estabiliza, tras la desaceleración de los últimos trimestres.