Banco Santander avanza a paso firme en el cumplimiento de sus objetivos de banca responsable en todos los países donde opera. En Portugal, compensa la emisión de CO2 en la producción de plásticos de las tarjetas desde 2020 y elabora las tarjetas con material biodegradable. Además, apuesta por garantizar un final ecológicamente responsable para sus tarjetas, las cuales, una vez recicladas, se usarán para fabricar mobiliario urbano.