Finlandia sufrirá un impacto de la crisis mayor de lo previsto a raíz de la caída del consumo y la pérdida de competitividad de su economía, lo que implicará una caída del PIB del 0,8% este año, el doble de lo previsto anteriormente, y un crecimiento del 0,7% en 2014, frente al 1,5% estimado en diciembre por el Banco de Finlandia.