Las constructoras españolas FCC y ACS ganaron la licitación de la línea 2 del Metro de Lima, el mayor proyecto de infraestructuras del país y uno de los más relevantes del mundo, por 3.900 millones de euros.
Las compañías españolas presentaron el proyecto en consorcio con las italianas Impregilo y AnsaldoBreda y la peruana Cosapi.
ProInversión, la agencia de promoción de la inversión privada del país, declaró válida la propuesta técnica presentada por el Consorcio Nuevo Metro de Lima, la única oferta que finalmente se había presentado a este proceso.
El proyecto unirá Lima, desde Ate con El Callao, en un recorrido subterráneo de 35 kilómetros que incluirá el ramal al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
El contrato está valorado 2.000 millones de dólares (1.400 millones de euros) por encima del que el consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC) que lidera la española Sacyr y la italiana Impregilo se adjudicó en junio de 2009 el proyecto de ampliación del Canal de Panamá.
Dentro de las otras firmas que habían mostrado su interés por el contrato de la línea 2 del metro figuraba la mexicana Ica y la brasileña Odebrecht, que, junto con las peruanas Graña y Montero, se adjudicaron anteriormente la infraestructura civil y electromecánica del tramo 2 de la Línea 1 del Metro de Lima.
Miembros del Colegio de Ingenieros de Lima presentaron una queja al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) para denunciar que algunos ingenieros extranjeros que firmaron los planos de los estudios de la línea 2 no estaban habilitados para ello.
Otros sectores empresariales se habían mostrado en contra del proyecto por el coste de la obra y por la presentación de una sola oferta.
El proyecto presentado por el contrato abarca una línea de metro subterráneo y un ramal de 8 kilómetros correspondiente a la Avenida Faucett, que irá desde la Avenida Benavides hasta la Avenida Gambetta.
En el plan también se ha contemplado la construcción de 35 estaciones que permitirán atender a 2,4 millones de usuarios que viven o trabajan en el área central del proyecto.
Para poder optar a este contrato, el socio constructor del consorcio debía demostrar haber construido una línea subterránea de quince kilómetros y doce estaciones subterráneas.
ProInversión decidió aplazar la adjudicación de la Línea 2 del Metro de Lima para comienzos de este año, la cual estaba prevista para el último trimestre de 2013.