La compañía automovilística Seat retomó ayer lunes su actividad productiva, tras el parón provocado por el impacto del COVID-19, con la novedad del uso generalizado de mascarillas entre la plantilla y la puesta en marcha de más de un centenar de medidas de seguridad para evitar contagios.
Aunque la fábrica de Martorell y los otros centros de trabajo en Barcelona han vuelto a abrir, la producción se reactivará de manera gradual y hoy se han incorporado unos 3.000 de los 15.000 empleados de la marca.
Los 3.000 que han acudido a sus puestos de trabajo han tenido que pasar antes un test de PCR para garantizar que no están contagiados y el resto de la plantilla lo irá haciendo a un ritmo de 3.000 a la semana. Seat es la primera industria española que somete a sus trabajadores a test masivos.
Fuentes de la compañía han asegurado a Efe que la actividad se ha reanudado este lunes con la normalidad que se preveía y que no tiene nada que ver con la de antes de la crisis del coronavirus y la aprobación del estado de alarma.
La producción se ha iniciado con un único turno de trabajo, el de la mañana, y el ritmo se irá incrementando en las semanas siguientes, siguiendo un plan diseñado para cuidar las medidas de seguridad ante el coronavirus.
En la primera fase, la producción de la mayor fábrica de vehículos de España llegará al 33 %, lo que supondrá alcanzar los 271 coches al día -lejos de los más de 2.000 coches diarios de antes-, mientras que en una segunda fase se llegará al 66 % , con dos turnos y 640 coches al día, y en la tercera estarán en activo ya los tres turnos.
En paralelo al arranque de la producción, la dirección y los sindicatos de Seat han acordado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas organizativas para un máximo de 11.061 personas, que será continuidad del de fuerza mayor aprobado al inicio del estado de alarma.
Como en el anterior ERTE, quedan excluidos los empleados de 53 años o más y tendrán prioridad para permanecer en casa aquellos trabajadores con hijos menores de 14 años, siempre y cuando ello no perjudique la actividad productiva.
Este ERTE se aplica desde hoy y durante ocho semanas para facilitar la vuelta paulatina a la actividad normal anterior a la pandemia.