Holanda ayudará a la aerolínea nacional KLM con un paquete de ayudas que va entre los 2.000 y los 4.000 millones de euros, aunque con condiciones asociadas.
Wopke Hoekstra, el Ministro de Finanzas holandés, ha explicado que aún no está claro cómo se dará esta ayuda financiera a la aerolínea, pero ha dicho que probablemente será en concepto de garantías y préstamos.
Entre las condiciones que ha informado el Ministro, está reducir el salario del personal, «comenzando por los de arriba», y la ayuda estará directamente asociada con el compromiso de no repartir ganancias adicionales (primas y dividendos) que recibe la compañía en los próximos meses o años.
El Ministro ha comentado que «se trata del dinero de los impuestos (de los holandeses). Es lógico que los hombros más fuertes también lleven la carga más pesada», en cuanto a las condiciones exigidas, que afectarán a aquellos que tengan mayores salarios.
Este apoyo es para KLM, y no para la empresa matriz conjunta con la aerolínea Air France, a quien el Gobierno de Francia aportará un «apoyo histórico» de 7.000 millones de euros, de los cuales 4.000 millones de euros serán préstamos garantizados por el Estado, pero aportados por un consorcio de bancos franceses e internacionales, y los otros 3.000 millones de euros serán de un préstamo estatal directo.
El Ministro de Holanda no ha detallado cómo se repartirá la ayuda a KLM, pero si ha indicado que esta aerolínea es «de importancia nacional» para los Países Bajos, porque brinda trabajo a 35.000 personas y de sus vuelos dependen «muchas compañías holandesas», entre los que se encuentra el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam.
Hoekstra ha explicado que «KLM es como una pieza de dominó en una cola larga. Si esa piedra cae, tiene consecuencias para las empresas de carga y descarga, distribución, turismo, empresas de todas las formas y tamaños. Más del 90% de la flota está en tierra, eso significa que los ingresos han casi desaparecido, mientras los costes siguen ahí».