Anchorage, fondo estadounidense, ha cerrado esta semana la compra del complejo Castellana 200, ubicado en la calle de mismo nombre de Madrid, y que cuenta con dos edificios de oficinas, centro comercial, un párking y una zona hotelera a desarrollar.
Anchorage se ha impuesto a otros dos grupos internacionales, Pimco y Perella, que desde hace un mes, protagonizaban el proceso final de la operación. Tras el acuerdo alcanzado esta semana, el cierre oficial se producirá en los próximos días, aseguran fuentes cercanas a la operación.
El precio final será de 145 millones de euros, un importe ligeramente superior a las estimaciones iniciales de los vendedores.
La operación permitirá a Santander, Sabadell, BBVA y Sareb (que heredó la participación de Banco de Valencia y Bankia) recuperar parte de lo invertido en el proyecto. Estas entidades decidieron a principios de año sacar al mercado el complejo de la Castellana viendo el importante interés que despertaba el mercado inmobiliario español entre los inversores internacionales. Así, encargaron a las consultoras CBRE y Knight Frank su comercialización, un proceso que desató el interés de hasta una veintena de inversores.
Santander, Sabadell, BBVA, Banco de Valencia y Bankia desencallaron en 2010 el proyecto, tras refinanciar a su promotor, la compañía Reyal Urbis. La inmobiliaria había iniciado el proyecto años antes pero sus problemas financieros pararon las obras de construcción del complejo.
Los cinco bancos, junto a la inmobiliaria, decidieron entonces crear una sociedad llamada Complejo Inmobiliario Castellana 200, que controlarían junto a la promotora de Rafael Santamaría. Para reactivar el proyecto, otorgaron a la sociedad un crédito sindicado de 240,6 millones de euros. Ahora, los 145 millones de Anchorage servirán para pagar parte del préstamo.