CAF ha retirado su interés por el proceso de compra de la planta que Alstom tiene en Reichshoffen (Alsacia, Francia), y que las autoridades europeas le obligan a vender a cambio de dar vía libre a la adquisición del negocio ferroviario de Bombardier por 5.300 millones de euros.
Los analistas han señalado que el desinterés mostrado por la compañía vasca coincide con la adjudicación, el pasado 14 de enero, de un contrato valorado en 2.560 millones de euros para el suministro, junto con Bombardier, de 146 trenes de cercanías de París.
El 8 de enero, los sindicatos de la fábrica se reunieron con la dirección de Alstom para conocer los detalles del proceso de venta y la compañía les trasladó que CAF «ya no parece estar interesada» en la compra, porque no se ha vuelto a manifestar en el proceso.
Las fuerzas sindicales ya habían mostrado su preferencia con anterioridad por la compañía española, frente a la checa Skoda, la otra empresa aspirante para ejercer la compra antes de la fecha límite para cerrar la transacción, julio de 2021, al considerar que el proyecto de CAF ofrecía mayor carga de trabajo en la comarca.
No obstante, después del desinterés mostrado por CAF, Skoda es ahora la única candidata a la compra, una opción por la que Alstom se decantaba, ya que, según los sindicatos franceses CGT, FO y CFECGC, es una compañía más pequeña y con menos presencia en Francia que CAF, lo que le permitiría al contar con una menor competencia en el país.
El propósito de Alstom es vender al mismo comprador la fábrica que Bombardier tiene en Henningsdorf (Alemania), una operación a la que también le obligan las autoridades de Competencia de la UE, pero a la que Skoda posiblemente no podría hacer frente.
Por otro lado, el contrato que la empresa canadiense desarrolla en esa fábrica está presentando retrasos y podría cancelarse.
El pasado 14 de enero, los sindicatos se reunieron con la dirección de Skoda, que les trasladó su interés de convertir la planta de Alsacia, donde trabajan 780 personas, en su principal centro de material rodante ferroviario.
La empresa podría transferir una parte de la carga de trabajo que tiene en sus plantas de República Checa y Finlandia, que se encuentran saturadas.