Nicaragua y Eletrobras, la estatal brasileña, van a decidir en los próximos días si se llevará a cabo el proyecto hidroeléctrico Tumarín, que tendrá una inversión estimada de 1.100 millones de dólares (798.386 millones de euros) y con el que se busca generar 253 megavatios de energía, la mitad de lo que consume el país.
La energía que consume Nicaragua proviene de fuentes térmicas que se genera con derivados del petróleo. Con este posible proyecto hidroeléctrico se obtendrá energía renovable más limpia y más económica.
La construcción de esta obra estaría a cargo de la empresa Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN), creada por la estatal brasileña Eletrobras y el conglomerado Queiroz Galvão.
Bayardo Arce, asesor para Asuntos Económicos de la Presidencia de Nicaragua, declaró a la prensa que «nos dimos cinco días para ver si podemos superar las diferencias que hay». El funcionario explicó que si en esos días superan «las diferencias que hay», relativas al precio de venta de la energía, entrarán a «la fase de concreciones».
«No voy a entrar en detalles (sobre precios). Son negociaciones complejas. Es un negocio de más de 1.000 millones de dólares y la gente (empresa) busca que esos 1.000 millones de dólares puedan ser recuperados en determinadas formas y tiempo, pero nosotros también tenemos que defender la economía nacional y la economía del bolsillo popular», sostuvo.
Aseguró que si no se establece un acuerdo con la firma brasileña, el proyecto Tumarín se ejecutará con otra empresa. Descartó que la empresa mixta Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa), integrada por PDV Caribe, filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA), y la estatal Petróleos de Nicaragua (Petronic), esté interesada en construir ese proyecto.
Se tiene previsto que la hidroeléctrica Tumarín se construya en el municipio de La Cruz de Río Grande, en la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS), en un período de 59 meses.
Ese proyecto hidroeléctrico podrá generar cerca de 3.000 empleos directos, ahorrará 80 millones de dólares (58 millones de euros) en importaciones de petróleo y aportará el 27 por ciento de la generación de energía hidroeléctrica en Nicaragua.
Financiamiento del proyecto
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) concedió a Nicaragua un préstamo por 342 millones de dólares (248 millones de euros) para la construcción de Tumarín.
Por su parte, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) ofreció un financiamiento de 252 millones de dólares (182 millones de euros) y se está tramitando la participación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.
Por su parte, Eletrobras y su socio en el proyecto, la empresa privada brasileña Queiroz Galvão, están dispuestos a invertir hasta el 47 por ciento del coste de la obra, con lo que quedaría financiada totalmente.