Citgo, la filial de Petróleos de Venezuela en Estados Unidos, informó a principios del mes de febrero que se había renovado el aporte de combustible para calefacción dirigido a 200 .000 hogares pobres de ese país, pero, sin embargo, hay quejas por incumplimiento.
Citizen Energy es una organización sin fines de lucro que se encarga de coordinar los suministros de combustible a las familias de bajos ingresos en 25 entidades de Estados Unidos. La compañía se puso en alerta cuando este programa de Citgo no se renovó el pasado mes de diciembre.
Esto trajo como consecuencia que durante el primer trimestre del año, no se contara con el suministro de combustible, lo que llevó a dudar de la viabilidad de este programa, vigente desde el año 2005.
Una fuente vinculada a Citgo ha explicado que actualmente los suministros para este programa alcanzan los 475.000 barriles (75,5 millones de litros), y el objetivo planteado desde el inicio es que este volumen provenga de la producción de combustibles de esta filial. Sin embargo, los suministros se están haciendo desde Venezuela, por lo que forman parte de la producción de refinados de PDVSA.
Los problemas que enfrenta PDVSA y el crecimiento en la demanda interna de Venezuela, han disminuido los envíos de suministros de combustible. En 2013, se situaron en el mínimo de 43.000 barriles diarios, una caída de casi la mitad con respecto a la cantidad que se enviaba hace dos años.
Este programa de Citgo es considerado como el plan de responsabilidad social empresarial más agresivo que tiene una compañía petrolera con operaciones en Estados Unidos.
El partido Republicano lo ha criticado porque se le percibe como una acción de lobby que ejerce el Gobierno de Venezuela a través de la asociación Citizens Energy, que dirige uno de los miembros de la familia Kennedy, con influencia en el partido Demócrata, con el objetivo de influir tanto en el Congreso como en universidades y centros académicos.
En nueve años de vigencia de este programa, se han donado algo más de 5.5 millones de barriles, lo que arroja un promedio aproximado de 621.000 barriles anuales. Las cifras sobre las pérdidas de este subsidio aún no han sido difundidas.
Por otra parte, de acuerdo a la organización Heritage Foundation, este tipo de donaciones es ilegal dentro del régimen jurídico de Estados Unidos, por las actuaciones del Gobierno de Venezuela, de PDVSA y la falta de transparencia.
Citizens Energy ha refutado esas críticas al señalar que el crudo que se recibe de Venezuela no llega al 1 por ciento del total de exportaciones hacia Estados Unidos, y ha elogiado que PDVSA tenga esta política, a diferencia de empresas como Exxon-Mobil.