Los gimnasios para urbanizaciones pueden ser un gran aliado a la hora de ponerse en forma; sin embargo, antes de ponerse a ello es importante mantener la motivación para que la rutina de ejercicios se mantenga y puedas mejorar tu capacidad física de manera gradual. Para ello:
- Visualiza los beneficios: una de las mayores motivaciones para acudir al gimnasio es pensar en los beneficios que puede aportar tanto a nuestra salud como a nuestra condición física y mental. Por ello, cuando estés realizando ejercicio es importante que tengas presente este objetivo.
- Busca apoyos: una de las cosas más positivas que tienen los gimnasios para urbanizaciones es que ayudan a crear comunidad entre los vecinos. Si tienes ya alguna relación con miembros de la urbanización, ir juntos al gimnasio es una buena manera de motivar el ejercicio, ya que podéis guiaros en la rutina y hará que el tiempo dedicado sea más ameno.
- Monitoriza tu progreso: apuntar en un calendario de ejercicios lo que has ido realizando cada día en el gimnasio te ayudará a mantener la motivación. Así mismo, puedes ir apuntando tus logros para conocer tus avances físicos. Eso sí, sin obsesionarte porque obtener resultados visibles conlleva un arduo trabajo.
- Plantéate objetivos realistas: piensa la condición física que quieres tener dentro de seis meses, un año o cinco, pero siempre teniendo en cuenta tu condición actual. Por otro lado, ten paciencia, ya que fortalecer el cuerpo lleva su tiempo y no juzgues tus progresos hasta que hayan pasado tres meses como mínimo.
- No te compares: aunque los miembros que acuden a los gimnasios para urbanizaciones no suelen ser profesionales del fitness, no debes tener en cuenta los ejercicios y la capacidad que tienen el resto de presentes. Mientras sigues tu rutina de ejercicios, no pienses en nadie más, ya que cada uno debe llevar su propio ritmo, especialmente cuando se trata de ejercicios de musculación.