Oxfam Intermón ha reclamado al Gobierno que priorice la lucha contra los paraísos fiscales, eleve el tipo efectivo que pagan las grandes empresas en el Impuesto de Sociedades, y apruebe un impuesto a las grandes tecnológicas.
Estas son algunas de las propuestas de Oxfam Intermón, que ha hecho público un nuevo informe, «Receta para la pobreza», que revela que las principales farmacéuticas del mundo han dejado de aportar cerca de 3.800 millones de dólares anuales en ingresos fiscales en 16 países, que podrían haber destinado a reducir la pobreza o mejorar los sistemas de salud.
El documento, que analiza las cuentas anuales de las empresas Pfizer, MSD, Johnson&Johnson y Abbott entre 2013 y 2015, señala que de esos 3.800 millones de dólares anuales, 3.700 no han sido abonados en nueve países desarrollados: Alemania, Australia, Dinamarca, EEUU, Francia, Italia, Nueva Zelanda y Reino Unido.
Respecto a España, Oxfam pide reformas para luchar contra los paraísos fiscales ya que «Más de la mitad de la inversión que llega a nuestro país lo hace a través de un paraíso fiscal, lo que supondría una pérdida de al menos 1.550 millones de euros», explica la ONG.
Según Oxfam, «mientras todos los impuestos han recuperado su nivel recaudatorio, el impuesto de sociedades sigue recaudando por debajo de la mitad que antes de la crisis, a pesar de que en lo que va de siglo el resultado contable de las grandes empresas se ha más que duplicado». Por eso, la ONG con su campaña «El dinero que no ves» pide al Gobierno que «pase ahora a la acción, priorizando la elaboración de una lista negra de paraísos fiscales objetiva y ambiciosa antes de que acabe el año».
«El Gobierno tiene en su mano frenar la sangría en el Impuesto de Sociedades elevando el tipo efectivo que pagan las grandes empresas, y acercándolo al tipo nominal, sin posibilidad de acceder a otros tratamientos preferenciales ni activar créditos fiscales», reclama.
El informe detalla que el conjunto de las empresas del Ibex 35 tienen cerca de 60.000 millones en créditos fiscales, lo que equivale a ocho años enteros de recaudación en el Impuesto de Sociedades.
«Es urgente un impuesto a las grandes tecnológicas, que actúe como antídoto temporal para recuperar ingresos por actividades que son virtualmente intocables en estos momentos, por las ineficiencias del sistema fiscal internacional», plantea.
Oxfam recupera su reclamación histórica de aplicar un impuesto a las transacciones financieras, siguiendo el ejemplo de otros países de la UE mientras se negocia un acuerdo europeo más amplio.