La Comisión Europea (CE) está investigando los contratos que mantiene Google con los fabricantes de teléfonos y operadores que usan Android, para determinar si están obstaculizando la entrada de otros operadores.
Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, ha asegurado en un discurso pronunciado en Ámsterdam que “estamos mirando de cerca los contratos de Google con los fabricantes de teléfonos y operadores que utilizan el sistema operativo Android”.
La comisaria ha indicado que este análisis les permitirá asegurarse de que “las grandes empresas no tratan de protegerse a sí mismas de un modo que frena la innovación”.
La CE mantiene abierta una investigación sobre Android para determinar si ha impulsado acuerdos “anticompetitivos” con fabricantes de móviles y tabletas para instalar exclusivamente en ellos este sistema operativo de Google.
La preocupación es que hayan impedido el desarrollo de versiones competidoras de ese sistema y que Google haya vinculado de forma obligatoria algunas de sus aplicaciones y servicios, afectando negativamente a otros servicios alternativos.
Vestager ha señalado que cuando un cliente compra un teléfono inteligente espera que esté preparado para ser utilizado de inmediato y esté equipado por el fabricante o el operador de red con las aplicaciones básicas.
Esto da a los innovadores una gran oportunidad para exponer una nueva aplicación a la atención del público.
La comisaria europea ha agregado que su preocupación “es que, al exigir a los fabricantes de teléfonos y operadores que carguen de antemano un conjunto de aplicaciones de Google en lugar de dejarlos decidir por sí mismos qué aplicaciones cargar, Google podría haber cortado una de las principales vías por las que las nuevas aplicaciones pueden llegar a los clientes”.
Vestager ha señalado que la innovación no se trata sólo de desarrollar nueva tecnología, sino también de descubrir nuevas formas de hacer negocios, de modo que en este caso “los innovadores no tendrían ninguna manera de llegar a los clientes”.